Para colmo de males, nuestro socio de mantenimiento está enfermo.
Pero era necesario pintar los platos en forma urgente. Se estaban oxidando.
Conseguimos un spray de pintura metalizada número 36, color gris mediano.
Quitamos el polvo a fondo pero no lijamos.
La tarde estaba espléndida. Aunque había -¿cuando no?-, algo de viento.
Por eso los lamparones al pintar los platos. Además, se desperdicia mucha pintura por el viento.
La cuestión es que con esto, creemos ir postergando unos meses más una pintura en su debida forma, tal como lo hicimos en 2015.
Bajamos de la azotea, encendimos el receptor y como era de esperar, no se pierde nada de señal.
Nuevamente afirmamos que es un mito (nosotros también lo creíamos en su oportunidad), que pintar muchas veces el plato puede afectar la calidad de recepción.
Veamos las fotos.
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